
06 Ago Valoración de una mamá y maestra
Cuando estaba embarazada pensaba a cada momento en muchas cosas que necesitaría nuestro bebé una vez nacido. Tuve insomnio durante el embarazo, así que las búsquedas…se alargaban. No paraba de hacer listas de cosas necesarias: “para el baño “, “para la calle”, “para los viajes”… pero, oye, en ningún momento pensé en nada relacionado con los dientes. No me preguntéis porqué, pero hubo ahí un “vacío” inexplicable.
El momento en el que los dientes dijeron “aquí estamos nosotros” llegó rápido, recién cumplidos los cinco meses. Como yo era feliz en ese mundo en el que parecía que los dientes de leche no saldrían nunca… cuando un día le toqué la encía inferior a mi hijo y ya estaban ahí, asomando, … me entró pavor. ¿Qué hacemos ahora?
Por suerte, con algunos remedios caseros y este mordedor maravilloso que tanto le gusta a nuestro bebé (¡y es que dan ganas de comérselo!) hemos pasado la primera prueba dental con nota y ya vamos a por la segunda (las paletas).
Es un alivio enorme saber lo que le alivia, valga la redundancia. En nuestro máster particular acerca de la dentición de los bebés… ¡menos mal que os encontramos!
Y si a la función de morder, le sumamos la de juguete acuático, alimentación saludable y juego simbólico… ¡bingo! Más completo imposible, lo recomendaríamos una y mil veces.
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